Mi nombre es Andrés Nicolás Delgado Cultelli, usted y sobre
todo don Helios Sarthou fueron muy amigos de mi abuelo Andrés Cultelli,
fundador del MLN TUPAMAROS.
El motivo por el que le escribo son las declaraciones que
recientemente usted ha hecho en la prensa, yo soy hijo de Rita Cultelli, pero también del Tupataro
Oscar Delgado, usted seguramente nunca lo oyó nombrar a pesar de que estuvo 13
años preso por luchar por la liberación nacional y el socialismo, mi padre fue
siempre muy pobre y a diferencia de muchos dirigentes, no contó ni con el más
mínimo dinero para que su familia valla al extranjero en la dictadura, teniendo
así que padecer un sinfín de penurias y humillaciones al igual que muchos
uruguayos. Mi padre, un albañil que a los 12 años tuvo que salir a trabajar en
el puerto y en la feria para mantener el hogar debido a la muerte de mi abuelo
Nicolás, quien fue obrero ferroviario y estuvo preso por comunista en la
dictadura de Terra. Mi abuela fue una humilde lavandera que se vino a
Montevideo para poder visitarlo en prisión, mis dos abuelos eran nacidos en lo
que hoy es la estancia turística San Pedro del Timote, sobre el arroyo "El
Timote" en Lavalleja, eran de un grupo de charrúas que (al igual que
muchos otros) no murieron en salsipuedes.
Toda la familia de mi padre ha vivido siempre en la pobreza
¿sabe usted por qué? todo comenzó cuando primero el virreinato del río de la
plata y luego el estado uruguayo, les arrebató todo, manteniéndolos en la
miseria siempre, persiguiéndolos siempre por su etnia, les han puesto una cruz
de la que no pueden librarse, les robaron las tierras en las que ancestralmente
desarrollaron sus vidas, los expulsaron y cuando protestaron los encarcelaron,
esa es la historia de mucha gente.
En Uruguay al igual que en toda América, no en vano existe
una segregación racial de la pobreza demostrada por los datos del último censo
donde usted puede ver que los afrodescendientes así como los descendientes de
la nación charrúa seguimos siendo mayoría en los sectores más pobres y no
existimos en los sectores enriquecidos.
El señor Vidart (que no ostenta título de antropólogo)
centró sus investigaciones en la etnia guaraní de la peor manera que pudo
hacerlo: denigrando a los otros pueblos de nuestro territorio para así elevar
aún más a los que eran motivo de su investigación, consiguió fondos y muchos
ingresos, mientras la población indígena sigue siendo muy pobre.
Yo no conozco la estancia San Pedro del Timote, allí
nacieron mis abuelos, vivieron mis bisabuelos y muchos ancestros míos, pero hoy
esa tierra que el estado privatizó y se la otorgó a un particular cobra unos
precios que me impiden conocer la tierra en la que la mitad de mi sangre
desarrolló su existencia porque yo sigo siendo pobre al igual que mis
antepasados y soy orgulloso de eso ya que mi pobreza es honrada y no me hago
fama hablando de lo que no conozco u ofendiendo a gente pobre. CONACHA no va a pedir
la estancia San Pedro del Timote, pero déjeme decirle que viveza criolla no es pedir
lugares de gran interés arqueológicos con apachetas o montes nativos para que
no los sigan destruyendo o pedir tierra para vivir y trabajar, viveza criolla
es privatizar la tierra, expulsando a los que no tienen papeles aunque hayan
vivido allí durante siglos o milenios, y viveza criolla es estar en los diarios
haciéndose el revolucionario racista desatando así una contradicción que llama
la atención de los medios y le genera publicidad personal.
Antes de criticar a las feministas porque piden cuotas
parlamentarias o a los afrodescendientes porque piden cuotas de cargos públicos
o a los charrúas porque pedimos tierra pregúntese ¿por qué hacen esos reclamos?
la respuesta es simple: por que en este país la socialdemocracia burguesa no
tenía casi ninguna parlamentaria mujer siendo que son más de la mitad de la
población, porque no había ningún afrodescendiente en cargos públicos y porque
Rivera reconoció los títulos de la corona y de ahí en adelante ningún indio
tuvo tierra. El poder político, el aparato estatal, la tierra y el poder
económico, todo está en manos de la burguesía que impone su cultura hegemónica
masculina, europea y blanca, y por desgracia nos obliga a consumir su cultura incluyéndolo
a usted que con verborragia revolucionaria resulta ser un gran consumidor y
propagador de eurocentrismo. Si el socialismo ha de hacerse para todos, ha de
beneficiar a los más necesitados y en América la separación social clasista
está atada a un tinte racista gracias a la conquista de América por parte del
blanco europeo generando la acumulación inicial del capital para Europa, la
esclavitud del negro africano y la expulsión e invisibilización del indio y su
cultura. No es necesario citar a ningún griego ni a ningún pensador antiguo,
para darse cuenta de que esto es un sistema de injusticias basta con ponerse la
mano en el corazón y abrir los ojos.
Le voy a contar otro problema, la concepción de
"vida" y "libertad" que tenemos los indígenas no es la
misma que la impuesta por la sociedad judeo-cristiana-machista-blanca-occidental,
es otra muy distinta y pedimos como comienzo esas 2.000 hectáreas
para desarrollar nuestro derecho a la vida y para desarrollar nuestra libertad,
¿que son 2.000 hectáreas
para la libertad de los indios cuando se le entregan más de un millón de hectáreas
a las empresas multinacionales sojeras y otro millón de hectáreas a las
multinacionales forestales para destruir nuestro suelo con monocultivos transgénicos
y agrotóxicos, expulsar a la gente del campo, extranjerizar, privatizar y
concentrar cada vez más la tierra y la riqueza? Por favor Hoenir pronúnciese
contra el enemigo de la clase trabajadora y no contra quienes formamos parte de
ella. Somos clase trabajadora, pero también somos charrúas y una cultura de la
tierra no puede sustentarse sin tierra, hemos vivido de la memoria que nos fue
transmitida oralmente de generación en generación y esa memoria tanto de los
tiempos felices como de los días más duros y los peores dolores es sagrada para
nosotros, para nuestros padres y para nuestros abuelos que tuvieron que
callarla y contarnos la pidiéndonos que lo mantengamos en secreto por culpa del
racismo y la opresión. Hasta nos han obligado a tomar el apellido de un
patrón de estancia y nos han prohibido hablar nuestra lengua y nombrar como
queramos a los niños durante más de un siglo.
Déjeme contarle una cosa, ni usted, ni Vidart, ni nadie
puede negarme el derecho de reconocerme como hijo de mi padre, nieto de mis
abuelos, perteneciente a esa familia, o sea a una familia Charrúa, mal que les
pese una sola gota de mi sangre y mi pasión por lo que me fue transmitido,
bastan para probar que están equivocados, yo no le niego a usted el derecho a
sentirse bajado de un barco, usted no tiene derecho a negarme mi identidad.Saludos: Andrés Delgado integrante del grupo charrúa Basquadé Inchala (integrado al CONACHA)
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